Diciembre sin celebración

De nuevo se caen las telarañas, se apartan las nubes y  el paisaje sombrío queda desnudo ante mis ojos. Limpio, puro, como realmente es. 

La soledad y el miedo de ser… el ineludible momento de estar… a solas… sin intermediarios, sin mediadores, sin traductores, ni terapeutas que expliquen lo que esta pasando, Sola conmigo… 

Estas no sé… en alguna parte, sobreponiéndote a un diciembre sin mí, a una fecha sin celebración, guardada entre los datos de tu magnifica memoria.

Yo estoy, sí sé, con una tristeza añeja de miedos pasados, insuperados, reincidentes, que como todas las Navidades cometen el delito de atacarme sin previo aviso 

Y aún no los han arrestado por eso.